ENAMORATE DE TU VIDA
Cuando falta el amor, solo queda la sobrevivencia. Y no me refiero tan solo al amor que sientes por tu pareja o tu familia: estoy hablando, por sobre todo, del amor que experimentas hacia lo que en este preciso momento se está escurriendo entre los dedos: tu VIDA. Dedícate a lo que amas Dejemos al dinero de lado por un momento: ¿cuál es esa actividad a la que te dedicarías por el solo disfrute que encuentras en ella? A esto es a lo que debes destinar la mayor parte de tu tiempo. La vida es demasiado corta como para que dejes que los remordimientos la acorten aún más. No importa lo que los demás te digan: tú tienes el poder de transformar tu vida en ESO que tanto quieres. ¡Ríete más seguido! La diversión no es un lujo, representa una ne-ce-si-dad. Así que no sigas permitiendo que el pasaje del tiempo te robe el sentido de asombro y la capacidad de divertirte. Visita a tu niño interior con más frecuencia; piérdete (o encuéntrense) en nuevas historias cinematográficas o di