Recuerda que no todas las dietas son similares para todas las personas porque cada persona posee en metabolismo distinto en su organismo, pero puedes empezar con las siguientes indicaciones generales:
Come menos pero más frecuentemente. En lugar de 3 veces al día come 5 veces al día: desayuno, media mañana, almuerzo, merienda y cena.
No alternes períodos de ayuno con comidas abundantes.
Come despacio, disfruta tu comida con bocados pequeños,masticando muy bien los alimentos y haciendo pausas entre bocado y bocado, para darle tiempo a que tu traquea pase bien los alimentos hasta el estómago y no tengas que estar empujando un bocado con otro como lo hacemos cuando comemos con mucha prisa, eso es anti-digestivo y estás forzando la tráquea.
Elige alimentos con poca grasa, prefiriendo los de origen vegetal para digestión más rápida, las grasas animales tardan un poco más en digerirse y se adhieren a las paredes intestinales, son más ricas de sabor, pero más densas y difíciles de digerir..
Disminuye el consumo de carnes rojas y aumenta el consumo de pescado y pollo o bien puedes sustituir ambas con carnes de soya que son muy nutritivas y exquisitas de sabor.
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Evita el consumo de frituras y reduce el consumo de azúcares.
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Consume verduras y hortalizas en abundancia, sus propiedades nutrientes son muy generosas.
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Consume frutas dos o tres veces al día evitando aquellas que son muy energéticas como el mango, el plátano, uvas e higos.
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Bebe por lo menos 8 vasos con agua por día.
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Ingiere sólo colaciones o refrigerios de frutas y lácteos descremados (yogurt, cereales para beber, jugos, etc)
Además de llevar una alimentación balanceada, es necesario realizar una rutina de ejercicio diario, para ayudar a quemar la grasa. Aprendamos a estimular nuestro metabolismo, perder peso y combatir los molestos estreñimientos, y si a todo esto le agregas el consumo de un sencillo régimen de ingesta de vitaminas, tu cuerpo realizará sus funciones adecuadamente sin necesidad de acudir (en determinada edad) a los complejos anti-oxidantes que también son la esperanza del diabético y el hipertenso, pero en general los anti-oxidantes protegen y benefician: Ojos, cerebro, riñones, corazón, células, órganos y sistemas del organismo humano.
Pero lo más impresionante que se puede observar cuando tú bajas de peso, es que te cambia todo: Te evitas problemas hormonales, osteoartritis, cánceres, colesterol malo, disfunciones respiratorias, cálculos en la vesícula, acumulaciones de ácido úrico y hasta depresiones de ansiedad, sobre todo las mujeres cuando nos acercamos al período de la pre-menopausia
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