¿QUE SI TE QUIERO? Que se lo digan a mi vejiga, a mi estómago, a mis intestinos, a mis pulmones... que aguantaron estoicos y te cedieron, resignados, la comodidad del lecho. Que se lo pregunten a mi útero que fue tu hogar por algún tiempo. A mis brazos que fueron, son y serán tu consuelo. A mis piernas que fueron las tuyas y sostuvieron el peso. A mis ojos, a mi nariz, a mi boca, a mis oídos, a mi tacto... y podía seguir pero ya no había más sentidos para sentir aquello. A mi sabia y mágica intuición que sin conocerte sabía sin saber y una vez que te tuve,con tan solo mirarte y escucharte, descubría sin conocer. Que te cuente mi cabeza que dejó de pensar en mí para pensar en ti y mi corazón que te deseó con toda su fuerza y te guardó el rincón más lindo. ¿Que si te quiero? Con todo mi ser, con todo mi cuerpo, con todo mi yo. Porque fuimos dos en uno, porque fuiste tú en mí.
Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho.
ResponderEliminarEnriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan.
No dura más que un instante, pero su recuerdo a veces es eterno.
Nadie es demasiado rico para prescindir de ella.
Nadie es demasiado pobre para no merecerla.
Da felicidad en el hogar y apoyo en el trabajo.
Es el símbolo de la amistad.
Una sonrisa da reposo al cansado.
Anima a los más deprimidos.
No se puede comprar, ni prestar, ni robar, pues es una cosa que no tiene valor, hasta el momento en que se da.
Y si alguna vez se tropieza con alguien que no sabe dar una sonrisa más, sea generoso, dele la suya.
Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como el que no puede dársela a los demás.