TUS PROBLEMAS


Hay una frase que dice “Nunca mires a nadie por encima del hombro a menos que les estés ayudando a levantarse”. Y así sucede muchas veces, que sabemos de alguien cercano que está pasando por un mal momento, y pasamos de largo, sin otorgarle una mano amiga.


Nos es más fácil felicitarnos, saludarnos y ofrecer nuestra ayuda cuando no es necesaria pero cuesta mucho más regalar nuestro tiempo o fruto de nuestros esfuerzos a otra persona, por muy amiga o familiar que sea.

Hay situaciones de amigos que nos oprimen el corazón cuando pensamos en ellos y nos es más sencillo dejar de pensarlo, hacer como que no existe y seguir adelante que ya podremos profundizar más la amistad cuando sus cosas se arreglen.

Pero a veces sólo es necesario una sonrisa, un apretón de manos, una frase para ayudar al caído. No dejemos pasar la oportunidad, llenemos nuestros corazones de paz y buenos propósitos. Demostrémosle al mundo de qué está hecho un buen ser humano, ayudémonos y fortalezcámonos unos a otros cuando lo necesitamos o podamos.


Estamos envueltos en la comodidad que nos da el mundo moderno, preferimos asumir que lo que leemos es cierto, ya sea un “estoy bien” o un “no te preocupes, saldremos adelante” publicado en el muro de un amigo. Si hay necesidad, hacemos como que no lo hemos leído, es más cómodo así. Si intuimos que las cosas no están tan bien y nos podrían necesitar, preferimos ignorarlo, pensar que se solucionarán y más tarde podremos saludarlos como si nada hubiese pasado.

Pero la vida no es así, no es perfecta, todos sufrimos, todos pasamos por malos momentos, todos nos necesitamos unos a otros. Hagamos conciencia acerca de lo que leemos en las publicaciones de nuestros amigos y familiares, reflexionemos, cuestionemos las palabras y motivaciones… mostremos interés por ellos.

Hagamos del mundo algo mejor, pongamos voluntad, salvemos lo que queda de nosotros e intentemos salvar también a los demás con buenas actitudes y ofreciendo la mano a quien sabemos que puede necesitarla. Muchas veces dedicar una sonrisa o palabra de aliento vale más que mil palabras demos de nosotros lo mejor. Es tiempo de amar, de sonreír al mundo, de no encerrarnos en nosotras mismas y extendernos a los demás. Recuerden pues, que las acciones que hoy emprendas tendrán fruto en el día de mañana. Hoy es tiempo de amar y dar lo mejor de nosotras mismos.

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